La
mañana era más bien fría en Rabat, cuando en la plaza de Golán, cerca de la
catedral de San Pedro de Roma se reunían cuatro hombres; dos vestidos de traje
de chaqueta oscuro y los otros con ropas informales que pasaban desapercibidos por
los transeúntes que disfrutaban del aroma de las flores mezcladas con los aromas
de los restaurantes cercanos. Los cuatro hombres miraban a un lado y al otro
antes de saludarse.
¾
As Salamu
'Alaikum (La paz sea contigo)
¾
Wa’
Alaikum as Salamu wa Rahmatullah (Y que la paz y la misericordia de Alá sea con
vosotros) Nuestros hombres están pendientes de los alemanes. Al parecer,
estando en Calatayud, les dijeron que iban a visitar el Museo de Piedra y
fueron al Hotel Monasterio de Benedictino. Entraron directos a la cafetería donde
hablaron con otro alemán que estaba hospedado. Desde el teleobjetivo de la
cámara vieron al desconocido una cadena al cuello con un Ojo de Horus. Sacaron
esta fotografía, para identificarlo.
¾
¡Buen
trabajo! Si se reunieron tan arriesgadamente es síntoma de que sus jefes están
nerviosos. Diles que estén pendientes si nombran a Devoss. Últimamente se mueve
mucho y evita las fotos. Envíales a nuestros amigos la foto. ¡Ah! Y que no
pierdan detalle de las religiosas, ni de las tres amigas.
¾
Sí,
señor. Con su permiso vamos a enviar la foto
¾
Mantenerme
informado. Quiero saber que pasa en cada momento.
¾
Sí
señor. Ma´as salama (Adiós)
Se
alejaban los hombres trajeados mientras los otros hablaban, con aspavientos,
por el teléfono móvil. Los que se iban alejando sonreían a un turista, que se
acercaba hasta ellos, echando migas de pan a las palomas que se posaban a su
alrededor.
¾
Saba´al
khair (Buenos días)
El
turista no contestó ni levantó la mirada de las palomas que iban siendo más
numerosas las que se le acercaban hasta las migas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario